martes, 7 de julio de 2009

Albada (VII)


Me despierta, entre las sábanas, el calor de un abrazo por la espalda, de los tuyos, y sin girarme me recreo sintiendo la ternura de tus brazos, tu mano acariciando mi vientre, tu respiración perdida en sueños... hasta que al fin recuerdo que hace ya más de un año que te marchaste y me dejaste solo en esta cama.


16 comentarios:

Víctor dijo...

Me quedaba esta albada en el tintero. Pero las próximas las aplazo hasta nueva orden. Repito que odio madrugar.

Martín Gardella dijo...

Vaya albada que dejaste en el tintero! Me gusto! Muy buena!

Anónimo dijo...

Puedo leerte salir de la cama mil veces , con otra albada, con otra mujer o la misma o un oso. De cualquier forma siempre vas a sorprenderme y es imposible adivinar los giros de tus historias. Lo dicho, fabuloso

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Extraordinaria sensación. ¿Puede la memoria generar tales sensaciones?

Otra albada, por favor.

Severi dijo...

destila talento tu pluma eh. Muy sentido lo suyo. un abrazo.

dijo...

Les meues albades, algun dia, han estat semblants a la que expliques, tot i que jo sé que no fa tant temps que estic sola...

PAULINA PASOS PEREZ, LA PUTA QUE NO COBRA dijo...
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Severi dijo...

vos sos de Lleida?

Víctor dijo...

Gracias, Martín. Empecé por casualidad escribiendo una albada y ahora mi cabeza no puede parar de imaginar posibles alternativas para la hora de despertar. Prometo más. Mejores no lo sé.

La mitad de mis historias, Carolina, se basan en la sorpresa. Si consigo sorprenderte me doy por satisfecho. Con un oso, dices.... ummmm.... lo pensaré.

Esas sensaciones no las genera la memoria, Alejandro, sino la imaginación, que usa los recuerdos para construir un presente más agradable, aunque en ocasiones -como ésta- falso. Si tu me lo pides, habrá más albadas, Alejandro.

Mi pluma la clavé hace tiempo en una paloma y acompañada echó a volar. ¿Destilar? Mi hígado me dio un ultimatum. ¿Talento? Ufff, me va grande la cosa. Tá lento, como mucho. Y sí, soy de Lleida. ¿La conocés?

¿Les teues albades, Lo, són semblants als meus contes, o els meus contes són semblats a les teues albades? ¿Què fou abans, l'ou o la gallina?

Severi dijo...

sisi, estuve España hace 2 años. Tengo un amigo viviendo un pueblo llamado Seròs cerca de Lleida. Hemos ido varias veces a Lleida, y recorrí la peatonal, un monasterio, la estación de trenes,etc. Quedè fascinado con tu ciudad, es hermosa...vivìs en un lugar soñado. Me gustò para quedarme loco! si querès la seguimos por línea privada: mseveri@gmail.com

MIGUEL dijo...

cuando menos te lo esperaza, cuando crees que estas recuperado zassssssss te abraza la nostalgía y estamos perdido otra vez.

abrazosssssssssssssss victor.

Miguel

Oriana P. S. dijo...

No importa el temor, que siga disfrutando mientras el amor le abraza y le abrasa.

Víctor dijo...

Severi, Miguel: demasiado tarde para responderos, ¿no? Un abrazo de todos modos.

Sí, Oriana, de las ilusiones también se vive. Un abrazo.

Naida Saavedra dijo...

¡Ah, qué triste! Pero qué buen recuerdo ese que puede hasta transmitir calor... un recuerdo que llega a tener cualidades físicas. Muy bueno, Víctor.

Víctor dijo...

Hombre, Naida, ¿todavía rebuscas entre las albadas? Menuda alegría: a veces pienso que hay textos que ya nadie lee, pero siempre me acabo encontrando con gratas sorpresas como la tuya. Y sí, hay recuerdos más intensos y reales que las mismas sensaciones.

Un abrazo para ti, Naida. Y otro para las umbraleras.

Naida Saavedra dijo...

Claro, Víctor. Sigo mi camino hasta la última albada. Lento pero seguro.